Los petróglifos del lago Onego son los ejemplos de arte simbólica del hombre prehistórico, hallados en el territorio del Norte de Rusia.

Los petróglifos del lago Onego están hallados en la región de Carelia, en los cabos de “Besov Nos” y “Peri Nos”. La ciudad más cercana es Púdozh.

Estos petróglifos se remontan al 4o o 3o milenio AC. Son simbólicos y alucinantes. Representan el sol y la luna, signos misteriosos y criaturas imaginarias, las ideas del hombre prehistórico sobre el mundo. Por ejemplo, la imagen de la luna tiene piernas como como si essa andasse por el cielo.

El petróglifo más famoso es la imagen de una figura humana de 2,5 metros de largo llamado “bes”, lo que significa el diablo o demonio. De aquí deriva el nombre del lugar, Besov Nos (o el Cabo del Diablo). Más tarde, quizá en el siglo 15, los cristianos pusieron las cruces encima de las imagenes grabadas en las rocas para neutralizar las fuerzas maléficas consideradas inherentes a este lugar.

El lugar es alucinante. Los petróglifos son grabados en las rocas inmergidas en aguas. Cerca del lugar hay faro abandonado. El sendero que lleva a los petróglifos pasa por una bonita playa de arena.

Como llegar

Los petróglifos del lago Onego son difíciles de alcanzar. Se puede llegar a este lugar por agua. Dado que allí no hay embarcadero equipado para los barcos grandes, es posible alcazar la orilla solo en lancha a motor. Tal viaje depende mucho de las condiciones climáticas.

En una lancha a motor a lo largo del Río Negro desde el pueblo de Kárshevo (17 km). El viaje de ida dura aprox. 90 minutos. Desde la desembocadura del río hasta el cabo de Besov Nos se tarda unos 15-20 minutos a pie.

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